Programa de ayuda a estudiantes de primaria que solicitan apoyo académico para complementar su aprendizaje a través de tutorías virtuales gratuitas.
La idea de Tututor nace en plena pandemia, como respuesta a lo que estaba sucediendo con la educación de los más jóvenes y más vulnerables de la sociedad. Durante el confinamiento se detectó que había muchísimas falencias en la educación en línea que se intentaba implementar. Nadie estaba acostumbrado a ese estilo de educación, no estaban familiarizados con él, y tampoco había los medios para que los chicos puedan estudiar desde casa.
Desde el año 2020 Tututor formo parte del IWF junto a mujeres ecuatorianas sumamente valiosas, muy destacadas cada una en sus ámbitos de acción. Una de ellas, Mónica Heller, me mostró un programa que su hija, Paulina Baum, estaba llevando a cabo durante la pandemia por iniciativa propia.Como joven emprendedora que es, juntó a un grupo de amigos de su universidad para apoyar con los estudios a los hijos de quienes trabajaban en primera línea. Hizo una enorme labor que dio estupendos resultados, logró su objetivo con creces, y si bien el programa estaba estructurado para funcionar a pequeña escala, sirvió para establecer los cimientos de Tututor y aplicarlo a mayor escala.
Lo que nos catapultó a tener éxito fue la contratación de la persona idónea para dirigirlo, Israel Peñafiel, un profesional con amplias credenciales académicas y mucha experiencia en programas de capacitación. Había muchos retos que superar, muchos temas que pulir, para tener la certeza de que lograríamos los resultados esperados
Es un programa que funciona virtualmente. Al momento contamos con colegios e instituciones en doce provincias del país, y conforme siga creciendo nuestra capacidad de acción se incorporarán nuevos territorios, y nuevas materias al programa, porque permanentemente estamos midiendo las necesidades de la gente, con el fin de determinar en qué materias hay debilidades mayores.
El programa se financia básicamente con cuotas de las miembros del IWF Ecuador , a lo que se suman algunas donaciones de instituciones. Lo ideal sería que logremos hacer alianzas estratégicas con empresas que se comprometan a financiar este programa, contando siempre con el manejo estructural y administrativo de IWF Ecuador. El proceso educativo de los niños ecuatorianos es un problema que debería preocuparnos mucho, porque de la calidad de educación que reciban dependerá su futuro, y el futuro del país